Año Jubilar-Indulgencia Plenaria
Durante el Jubileo de la Esperanza, la Iglesia ofrece oportunidades para obtener una indulgencia plenaria. El Catecismo nos dice: "La indulgencia es una remisión ante Dios de la pena temporal debida a los pecados cuya culpa ya ha sido perdonada, que el fiel cristiano debidamente dispuesto obtiene bajo ciertas condiciones prescritas mediante la acción de la Iglesia, la cual, como ministra de la redención, dispensa y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos."
Al obtener una indulgencia, se nos concede la gracia en satisfacción por el pecado o se puede ofrecer por las almas del purgatorio. Una indulgencia plenaria elimina toda la pena temporal debida al pecado.
Se obtiene una indulgencia cuando, con la debida disposición y cumpliendo las condiciones prescritas, un fiel realiza una obra prescrita.
Los requisitos ordinarios para recibir una indulgencia siguen vigentes durante el año jubilar:
- Estar en estado de gracia.
- Tener la disposición interior de completo desapego del pecado, incluso del venial.
- Confesar sacramentalmente los pecados dentro de los 20 días anteriores o posteriores.
- Recibir la Sagrada Eucaristía dentro de los 20 días anteriores o posteriores.
- Rezar por las intenciones del Santo Padre. Se sugiere rezar un Padrenuestro y un Avemaría.
El Decreto que concede la Indulgencia para el Jubileo de la Esperanza indica que quienes cumplan con los requisitos mencionados podrán obtener la indulgencia plenaria de una de las siguientes maneras, propias del Jubileo de la Esperanza:
- Visite un Lugar de Peregrinación Jubilar designado localmente. A continuación, encontrará información sobre nuestros tres lugares de peregrinación arquidiocesanos. Durante su visita al lugar de peregrinación, debe participar con devoción en una de las siguientes actividades:
- Misa
- Celebración de la Palabra de Dios
- Liturgia de las Horas rezada en comunidad
- Vía Crucis
- Rosario
- Adoración Eucarística concluida con el Padrenuestro, la Profesión de Fe y una oración mariana, como el Ave María o la Salve.
- Participe en misiones, ejercicios espirituales o actividades de formación sobre los documentos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica.
- Visite a alguien necesitado: enfermos, presos, personas solas o ancianos, "haciendo en cierto sentido una peregrinación hacia Cristo presente en ellos."
- Participa en una iniciativa que ponga en práctica el espíritu de penitencia, que es el alma del jubileo:
- Abstente el viernes para redescubrir su naturaleza penitencial. Puedes abstenerte de alguna distracción inútil, consumo superfluo o carne, según las normas generales de la Iglesia.
- Dona a los pobres.
- Apoya la labor de defensa y protección de la vida humana en todas sus fases.
- Apoya la calidad de vida de los necesitados de forma tangible.
- Ofrécete como voluntario para servir a tu comunidad.
Sitios de Peregrinación del Jubileo en la Arquidiócesis de Indianápolis
Catedral de San Pedro y San Pablo, 1347 N. Meridian St., Indianápolis.
Santuario de Santa Madre Teodora Guérin e Iglesia de la Inmaculada Concepción, 1 Sisters of Providence Road, Saint Mary-of-the-Woods, St. Mary of the Woods.
Iglesia de la Archiabadía de San Meinrad, 200 Hill Dr., St. Meinrad