December 22, 2017

Mensaje de Navidad del Arzobispo Charles C. Thompson

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Arzobispo Charles C. Thompson Deseo que todos en el centro y el sur de Indiana tengan una Navidad bendecida y un Año Nuevo lleno de gracia. En medio del intercambio de regalos que caracteriza a esta época del año, no olvidemos los obsequios más preciados que permanecen con nosotros durante todo el año, a saber: el don de la fe, la familia y los amigos, todos ellos más valiosos que el oro, el incienso y la mirra.

Permítanme aprovechar esta oportunidad para expresar mi más profundo agradecimiento a todos aquellos que me han dado la bienvenida, me han apoyado y me han tenido en sus oraciones a lo largo de estos primeros meses de mi ministerio como su pastor. Aunque la agenda y las expectativas a veces parezcan un tanto abrumadoras, me consuela enormemente el gran testimonio de fe que resulta tan evidente en toda nuestra Iglesia local.

Ya sea que usted pase la época navideña con sus seres queridos o solo, ya sea que esté lejos o cerca, rezo para que cada uno de ustedes encuentre la presencia sagrada de Dios en las profundidades de su propio ser.

Conforme nos disponemos a recibir el nuevo año le pido que durante este tiempo especial de gracia me acompañe en oración por todos aquellos que carecen de un sentido de fe y esperanza.

Recordemos en especial a aquellos que se sienten alejados de Dios, de la Iglesia, de la familia y de la humanidad en general. Que sigamos reflejando la encarnación de Dios quien se convirtió en uno de nosotros en todo excepto en el pecado—tal como nos exhorta el papa Francisco—y que procuremos cultivar la cultura de la compañía, del diálogo y de la misericordia.

Que busquemos no solamente encontrar a la persona de Cristo durante todo el año 2018, sino que nos atrevamos a convertirnos en un medio que propicie ese encuentro para los demás.

Su hermano en Cristo,

Arzobispo Charles C. Thompson

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