September 22, 2006

Seeking the Face of the Lord

El catecismo para adultos es un auxilio fiel a nuestra respuesta a la conversion

Acaso importa la verdad? Recientemente un líder cristiano dijo que teníamos que apartarnos de la disputa teológica y alimentar a los hambrientos.

Por supuesto que debemos alimentar a los hambrientos como un servicio vital. No necesitamos una disputa teológica, pero necesitamos la teología. Si el servicio social se encuentra disociado de la verdad única del cristianismo, germinarán las semillas de la desintegración.

En su encíclica “Dios es amor,” el Papa Benedicto XVI nos recuerda que debemos contemplar la verdad de Cristo en el Evangelio si deseamos servir verdaderamente a aquellos que se encuentran necesitados con “los ojos del corazón, con los ojos de Jesús.” Nos recuerda que sin su contemplación sucumbimos ante el activismo laico que no perteneces verdaderamente a Cristo.

La influencia igualitaria de nuestra cultura ejerce su efecto en el reino de las ideas y opiniones al igual que en cualquier otro aspecto de la vida. La tendencia moderna a otorgar igual peso a todas las ideas y opiniones acarrea efectos sutiles pero ciertamente devastadores sobre la vida cristiana ya que nos seduce a pensar que no existe una verdad absoluta como tal.

Si pensamos que no existe una verdad absoluta nunca creeremos realmente que Jesús sea el Hijo de Dios y el salvador del mundo. Como resaltaba un amigo: “De acuerdo a los hábitos modernos podríamos juzgar las enseñanzas cristianas como aceptables, razonables, o incluso deseables, pero esto dista mucho de ser realmente cristiano.”

Debemos observar la naturaleza de nuestra fe. La misión del Hijo de Dios no fue enseñar filosofía sino revelar la verdad para que pudiéramos ser salvos. Él mismo es la verdad, la verdad absoluta. Él es la revelación completa del propio Dios. La revelación de la verdad en Jesús alcanzó su máximo apogeo en su completa entrega por medio de su muerte, resurrección, ascensión, y el envío del Espíritu Santo.

En una cultura que cuestiona cualquier aspecto relativo a la fe no resulta difícil aferrarse a opiniones y defender claras discrepancias en las verdades fundamentales del misterio de Cristo. Resulta muy fácil considerar nuestra perspectiva de la fe como si estuviéramos en una posición superior y dejar el auto-examen sincero para otro día. Es como si dijéramos: “Jesús dijo, pero yo no estoy de acuerdo...” Parece impensable que un cristiano pueda decir algo así, pero quizás hagamos exactamente eso y mucho más a menudo de lo que deseamos admitir.

No es fácil ser un discípulo de Jesús y aceptar todas sus enseñanzas según nos han sido presentadas en la Biblia y en la Tradición. Sin embargo, no resulta tan complicado si reconocemos que nuestra fe nos llama a la conversión, no a convencernos. En esencia se nos llama a entregar humildemente nuestras vidas a Jesucristo. Esto no significa que no podamos y no debamos querer desarrollar un entendimiento del significado de dicha entrega.

Recientemente la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. publicó El catecismo católico de Estados Unidos para adultos. Este catecismo es una exposición sencilla de las verdades de nuestra fe católica en el contexto de la cultura contemporánea de nuestro país.

Este libro aborda de manera directa lo que consideramos como problemas y obstáculos presentados por nuestra fe, a la luz de la situación actual. La estructura o el formato de este catecismo está basado en el Catecismo de la Iglesia Católica y presenta a cabalidad la verdad de nuestra fe contenida en él.

La estructura del catecismo para adultos está diseñada de forma tal que lleva al lector a una enseñanza sobre una doctrina particular de la fe. Primeramente hay una historia introductoria sobre un hombre o una mujer católica importante, cuya vida ilustra la doctrina a enseñar. Le sigue la lección. Se presentan cuestiones culturales que parecen contradecir o confrontar la verdad de la fe.

Se proporcionan pasajes relevantes breves extraídos del Catecismo de la Iglesia Católica. Hay una meditación espiritual relativa a la enseñanza doctrinal. Asimismo se ofrecen preguntas para la discusión. Esta es la estructura que sigue cada uno de los capítulos.

El catecismo para adultos se puede leer por completo, de principio a fin, pero no es necesario hacerlo. Un índice detallado por materia le permite investigar doctrinas específicas de la Iglesia.

Recomiendo el Catecismo católico de Estados Unidos para adultos para la formación y educación religiosa de adultos. También lo recomiendo como un buen recurso para RCIA. Asimismo, recomiendo su uso a los jóvenes adultos que están ávidos de conocimientos sobre nuestras creencias y el por qué de la importancia de nuestra fe y prácticas católicas.

La fe en Dios exige que entreguemos humildemente nuestras vidas a Él quien es la única verdad. El catecismo para adultos es un auxilio fiel a nuestra respuesta a la conversión. †

 

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